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Bitácora del cosnauta

¿Quién quiere un gran diccionario médico alemán-español?

en Miscelánea /

Fernando A. Navarro, autor de nuestro Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico, nos presenta su Gran diccionario médico alemán-español, interesante proyecto lexicográfico en busca de mecenas.

 

    —No sé, la verdad, cómo hacíamos para traducir en medicina antes de tener el Libro rojo.

      Oigo con frecuencia comentarios de este tenor, que me halagan, pero pasan por alto un hecho cierto: son muchos los traductores médicos profesionales que, todavía hoy, siguen traduciendo en condiciones preeritrobíblicas. Más concretamente, todos los que trabajan con un idioma distinto del inglés como lengua de partida. Que son —somos— muchos.

      En condiciones, en realidad, bastante peores. Porque incluso sin contar con el Libro rojo de Cosnautas, los traductores médicos del inglés disponemos hoy como ayer de innumerables recursos terminológicos: excelentes diccionarios médicos unilingües en inglés (Dorland, Stedman, Churchill), buen número de diccionarios médicos bilingües (casi todos ellos de gran tamaño, y algunos más que pasables), infinidad de glosarios unilingües y bilingües en línea, revistas médicas a punta de pala en cualquier especialidad, los mejores manuales de consulta del mundo —y los más actualizados también—, la Wikipedia más completa (¡5 millones de artículos!), posibilidad de compilar fácilmente textos paralelos y corpus lingüísticos exhaustivos y fiables, etcétera. El traductor médico, ciertamente, puede abordar las dudas terminológicas en inglés con muchas garantías, incluso sin tener a mano Libro rojo alguno.

      Muy distinta es la situación de quien debe traducir a nuestra lengua desde el francés o el alemán (no digamos ya a partir de otras lenguas internacionales menos habituales entre nosotros, como el ruso, el japonés, el árabe, el portugués, el chino o el holandés). La producción editorial para otras parejas lingüísticas que no sean inglés-español ofrece en nuestros países, desde la II Guerra Mundial en adelante, un aspecto desolador que me atrevo a calificar, sin temor a exagerar, de auténtico páramo lexicográfico. Este panorama desolador resulta muy llamativo para la pareja alemán-español, por contraste con la importancia del papel central desempeñado por los países germánicos en la medicina y otras ciencias biosanitarias del siglo XX.

      No es que no se hayan publicado diccionarios médicos alemán-español en todo este tiempo: los hay, pero dejan mucho que desear y no dan respuesta a la mayor parte de las dudas terminológicas que le surgen al traductor especializado[1]. Cuando empecé a sopesar la idea de compilar un diccionario médico alemán-español, se me hizo evidente ipso facto que la pareja alemán-español (como la pareja francés-español) no está aún lo suficientemente madura, desde el punto de vista terminográfico, como para abordar un Libro rojo de extenso aparato crítico sobre dudas y dificultades específicas. Hacía falta, lo primero de todo, compilar un gran diccionario médico alemán-español de corte clásico: con simples equivalencias sin apenas acompañamiento crítico, explicativo ni enciclopédico.

      ¿Qué debería contener un diccionario así? Todo: absolutamente todo. No solo los tecnicismos médicos habituales en los diccionarios especializados, sino también voces médicas coloquiales o populares —de tanta importancia en alemán—, términos científicos en inglés y latín, formas complejas y colocaciones, siglas, abreviaturas y acortamientos jergales, cargos profesionales, antropónimos, geónimos y otros nombres propios de revistas científicas, hospitales, universidades, asociaciones y entidades de todo tipo; arcaísmos también, desde luego, puesto que buena parte de la traducción médica actual del alemán al español tiene que ver con artículos o libros publicados en la edad heroica de la medicina germánica (más o menos, entre 1850 y el comienzo de la II Guerra Mundial), cuando en alemán se daban a conocer más descubrimientos y avances novedosos que en todas las demás lenguas juntas. Debería contener, en fin, cualquier término que el traductor médico pueda encontrar en un texto alemán por traducir.

      En ello vengo ocupándome desde el año 2000. Mi idea, en un principio, era tener listo el diccionario en siete años, pero en otoño del 2004 me embarqué en otro proyecto lexicográfico de gran calado (el Diccionario de términos médicos [DTM][2] de la Real Academia Nacional de Medicina) y hube de aparcar temporalmente el proyecto de un gran diccionario médico alemán-español. No pude reanudarlo tampoco en septiembre de 2011, tras la aparición del DTM, porque me centré entonces en la nueva edición mejorada del Libro rojo y la puesta a punto de la plataforma Cosnautas de recursos profesionales en línea para la traducción y la redacción médicas. Tuve que esperar hasta agosto de 2013, tras el lanzamiento de Cosnautas, para retomar el proyecto. Y hoy, dos años después, puedo anunciar por fin que el Gran diccionario médico alemán-español está listo para su publicación en línea.

      El diccionario no está terminado —ningún diccionario, en realidad, lo está—, pero sí podría publicarse ya mismo con unas cifras de impresión: 205.000 entradas, más de 300.000 equivalencias y más de 50.000 remisiones clicables. En resumidas cuentas: el mayor diccionario médico bilingüe jamás publicado en nuestra lengua. Y todo ello, con la rapidez y comodidad de consulta que ofrecen los motores de búsqueda en línea a partir de una base lexicográfica de datos albergada en la nube.

      En Cosnautas nos falta únicamente dar con un modelo de negocio que nos permita garantizar la continuidad del proyecto. Porque otra diferencia importante entre las parejas alemán-español e inglés-español es que con la primera de ellas no es viable el modelo actual de nuestra plataforma. El nicho profesional de los traductores médicos alemán-español es tan reducido que no permite aplicar un modelo comercial sustentado en el registro de usuarios individuales de pago.

      El Gran diccionario médico alemán-español solo parece sostenible en la modalidad de consulta abierta y gratuita bajo los auspicios de un mecenas interesado en vincular su nombre al de este proyecto lexicográfico. Estoy pensando, no sé, tal vez en alguna de las grandes empresas germánicas del sector biosanitario (BASF, Bayer, Boehringer Ingelheim, Celesio, Fresenius, Grünenthal, Hoechst, Merck, Novartis, Ratiopharm, Roche, Rohner, Sartorius, Schering, Siemens, Sonova, Syngenta), otras multinacionales alemanas con importante presencia en el mercado español (Adidas, Allianz, Bertelsmann, BMW, Deutsche Bank, DKV, Mercedes-Benz, Miele, ThyssenKrupp, Volkswagen), grandes editoriales de diccionarios (Duden, Espasa-Calpe, Langenscheidt, Larousse, Oxford, Pons, Vox), el Goethe-Institut o empresas y fundaciones españolas o hispanoamericanas preocupadas por el lenguaje médico o comprometidas con la eliminación de barreras lingüísticas en el ámbito de la comunicación internacional de información biosanitaria.

      Los interesados en apadrinar este proyecto encontrarán una descripción algo más detallada del diccionario en el documento anexo de presentación sucinta del Gran diccionario médico alemán-español.

Fernando A. Navarro

Cabrerizos (Salamanca, España)

3 de noviembre de 2015



[1] Fernando A. Navarro: «Diccionarios médicos alemán-español: ¿cuál me compro?» En: Elena Sánchez Trigo y Oscar Diaz Fouces (dirs.): Traducción & Comunicación, vol. 4. Vigo: Universidade de Vigo, 2003; págs. 85-120.

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