Cookies
Este sitio web usa cookies
Le informamos que el sitio web de Cosnautas utiliza cookies propias y de terceros para activar funciones básicas de navegación (personalización, idioma y reproductor de vídeo), así como también para analizar la navegación de los usuarios por el sitio web y el uso de los servicios que en él se ofrecen con la finalidad de mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias, en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación.
Leer más
Guardar & Cerrar
Aceptar todas Configurar

Bitácora del cosnauta

Entrevistamos a Lorenzo Gallego Borghini, traductor y presidente de Tremédica

Entrevistamos a Lorenzo Gallego Borghini, traductor y presidente de Tremédica

en Miscelánea /

Inauguramos una nueva sección de entrevistas por todo lo alto o, lo que es lo mismo, charlando con Lorenzo Gallego Borghini, presidente de Tremédica y traductor todoterreno. ¿Los temas? Un poco de todo: las novedades de la asociación, el futuro de la traducción médica, los nuevos proyectos de Tremédica y otros muchos temas que estamos seguros serán de vuestro interés. Sólo nos queda agradecerle a Lorenzo su paciencia y proverbial generosidad y dejaros disfrutar de esta jugosa entrevista.

Traductor autónomo, intérprete jurado, profesor asociado de traducción científica en la Universidad Autónoma de Barcelona, presidente de la Asociación Internacional de Traductores y Redactores de Medicina y Ciencias Afines (Tremédica)… ¿Cómo hace Lorenzo Gallego para dedicarse a tantas cosas y hacerlas todas bien?

Lorenzo Gallego: Bueno, eso espero (que me salgan bien) [risas]. Trabajo muchas horas, y me encierro muchos fines de semana porque es cuando más me concentro, sin teléfono ni correo electrónico, pero la clave creo que es apasionarse por lo que uno hace: me encanta mi trabajo de traductor, que me lleva a aprender algo nuevo con cada texto; las clases en la universidad las disfruto como un niño; y la labor por Tremédica es una forma de agradecimiento a un colectivo de profesionales que me ha aportado mucho.

Recientemente, fuiste elegido nuevo Presidente de Tremédica. ¿Cuáles son los mayores desafíos a los que se enfrenta la junta? ¿Qué se espera lograr en el corto y largo plazo?

LG: Gran parte de nuestro tiempo lo hemos dedicado, desde que asumimos el mandato en abril, a cuestiones jurídico-administrativas, ya que, lamentablemente, ha habido dificultades en el traspaso de poderes que no vienen al caso aquí y que aburrirían al lector.

Por otro lado, en septiembre de este año los socios aprobaron por amplia mayoría el traslado de la sede social a España (en la actualidad la asociación está radicada en los Estados Unidos), zanjando una cuestión que venía debatiéndose desde hacía años, y la junta tendrá que ocuparse de todo el trabajo administrativo que conllevará.

Cuando hayamos superado esta primera fase, que podríamos llamar de «reordenación administrativa», tenemos muchos proyectos en mente, que son los que de verdad nos ilusionan y los que nos impulsaron a presentar nuestra candidatura a mí y a mis compañeras de andadura: Mónica Parcet, la vicepresidenta invencible; Karina Tabacinic, la secretaria prudente; Vie Ortiz, la tesorera fiel; y Anna Romero, nuestra audaz ministra de exteriores.

La junta directiva de Tremédica al completo, reunida en Barcelona el mes de septiembre pasado para la

celebración de la asamblea general extraordinaria; de izquierda a derecha: Vie Ortiz (tesorera), Karina Tabacinic (secretaria),

Lorenzo Gallego Borghini (presidente), Mónica Parcet (vicepresidenta) y Anna Romero (vocal de exteriores).


Imagínese que un joven traductor está leyendo esta entrevista. ¿Por qué debería asociarse a Tremédica? ¿Qué ofrece la asociación a sus miembros?

LG: Considero que el principal beneficio que le ofrece Tremédica a un joven traductor es de carácter moral e intangible: es la puerta de entrada a un grupo de profesionales e intelectuales que se desempeñan en un área afín de actividad y con los que puede compartir dudas, inquietudes, consultas, etc., además de darse a conocer entre sus colegas y aprender mejor cómo funciona el mercado.

Aparte están las ventajas materiales, como la suscripción gratuita al diccionario MedDRA completo, de referencia obligada para quienes trabajamos en el campo de la investigación clínica, o los descuentos en la inscripción a las jornadas y a los ciberseminarios, sin dejar de mencionar, por supuesto, el orgullo de contribuir a nuestra publicación oficial: Panace@: Revista de Medicina, Lenguaje y Traducción.

¿Y cómo se hace uno socio de Tremédica? Es decir, ¿el proceso es sencillo? ¿Cuál es el coste anual?

LG: La cuota anual es de 115 dólares para los socios plenos. El proceso de admisión es sencillo: los candidatos deben cumplimentar un formulario de solicitud y presentar su currículo profesional junto con una breve descripción de las actividades desarrolladas en el campo de la traducción médica (si solicitan admisión como socio pleno).

No obstante, tenemos previsto abordar este tema con la comisión de admisiones para simplificar aún más el proceso de admisión.

Esta nueva etapa ha comenzado con una pequeña pero importante ola de optimismo entre muchos asociados de Tremédica, expresada, entre otros canales, a través de las redes sociales. ¿Por qué cree que ha sido así?

LG: La asociación se encontraba en un punto crítico cuando asumimos el mandato en abril. Por desgracia, diversos conflictos internos se habían saldado con la marcha de muchos socios, algunos «históricos» —por usar un término político— y muy comprometidos con la asociación. Nos habíamos ganado el apodo de «Treméndica».

Uno de los principales lemas de nuestra campaña fue el de la reconciliación: queremos tender una mano a todos los socios que se fueron para que se reincorporen a nuestras filas y atraer a nuevos socios para que la asociación crezca y sea más fuerte. Otro lema era la concordia. En este sentido, muchos socios vieron en nuestra candidatura una oportunidad para pasar página y superar la situación de inmovilismo que atenazaba a la asociación. Confiamos en conseguirlo y ya hemos avanzado algunos pasos en este sentido.

¿Qué cambios veremos en las dos patas principales que conforman Tremédica? Nos referimos, por supuesto, a la revista Panace@ y a las jornadas científicas y profesionales.

LG: A corto plazo, no esperamos que vaya a haber grandes cambios ni en la revista ni en las jornadas. Al frente de Panace@ sigue Bertha Gutiérrez Rodilla, a quien expresamos nuestra máxima confianza apenas asumimos el mandato.

La celebración de las jornadas dependerá, como en las ocasiones anteriores, de equipos de voluntarios que las organicen, así como de las entidades que las acojan, pero confiamos en que continúen realizándose periódicamente y que se refuerce la presencia en América Latina: de hecho, si todo marcha bien, las próximas deberían celebrarse en Lima en el otoño austral de 2016.

Lorenzo Gallego Borghini interviene en un coloquio con las alumnas del aula de traducción científico-técnica

de Karina Tabacinic (IES en Lenguas Vivas JRF, Buenos Aires, agosto de 2015).


¿Y el Aula Federico Romero? ¿Hay alguna sorpresa preparada?

LG: La comisión de formación está muy activa y sé que están preparando varias cosas. Una de las ideas que han propuesto y que nos gustaría impulsar es la de ofrecer algunos seminarios totalmente gratuitos (tanto para socios como para no socios) en los que se debatan asuntos profesionales, por ejemplo, de condiciones de trabajo, etc., y que permitan a los no socios acercarse a Tremédica y conocernos un poco mejor antes de decidirse a afiliarse.

En cuanto al programa, la comisión está trabajando con varias propuestas a la vez, tanto de temáticas especializadas como de introducción. Recientemente impartimos un seminario sobre interpretación en el ámbito de la reproducción asistida y tenemos otro acordado, aunque aún sin fecha, para el mes de diciembre. Nos gustaría asimismo colaborar con otras entidades que puedan ofrecer cursos de interés para los socios de Tremédica, como por ejemplo la AERTeM.

Dentro del mundo de la traducción y redacción médicas, hay también otros foros importantes, como la Asociación Española de Redactores Médicos, con la que Tremédica comparte intereses, aunque sean entes autónomos. ¿Crees que sería beneficioso establecer dinámicas compartidas de interactuación? ¿Hay algo previsto en este sentido?

LG: Sí, es una de las ideas que más nos entusiasman. Por un lado, queremos establecer vínculos con asociaciones afines, como la de redactores médicos (AERTeM), con la que ya hubo contactos en el pasado, pero también con las entidades de periodismo y comunicación científica y más allá: queremos romper la «burbuja traductoril» en la que vivimos encerrados para presentar a la sociedad todo el trabajo llevado a cabo en los últimos lustros, sobre todo bajo la influencia de la que yo llamo «escuela MedTrad». Se trata de nuestro proyecto más ambicioso; de conseguirlo, podríamos establecer lazos no solo con otras asociaciones de traductores, redactores o periodistas médicos, sino con organismos públicos de sanidad, hospitales, universidades, etc.

Después de más de una década como traductor de documentos de consentimiento informado, acabas de firmar La traducción inglés-español del consentimiento informado en investigación clínica, el último Cuaderno de la Fundación Dr. Antonio Esteve, que incluye un buen número de ideas y consejos para mejorar la calidad de los textos presentados a los comités éticos de investigación clínica. ¿Hay tantas deficiencias en las traducciones al español de los consentimientos informados? ¿A qué crees que se deben? ¿Cuáles son los principales retos en este campo específico? 

LG: Las deficiencias que se observan en la traducción de estos documentos se deben a muchos factores. Uno de los más importantes, quizá, sea la obsesión de las empresas con la literalidad de las traducciones: la confusión entre literalidad y fidelidad. Estos documentos no dejan de ser instrumentos jurídicos que surten efectos legales en la cultura de llegada, y las empresas titulares ven en la fidelidad de forma una garantía de fidelidad de efecto.

Es muy difícil luchar contra esa concepción porque quienes evalúan las traducciones muchas veces no tienen conocimientos de traducción, y los traductores nos vemos en una situación de «traducción vigilada», tal como la ha definido Roberto Mayoral*, es decir, la evaluación de la calidad de nuestro trabajo con criterios inadecuados, como la correspondencia de cognados o el calco de las estructuras de puntuación, por no hablar de la temida retrotraducción.

Eres suscriptor de la plataforma Cosnautas prácticamente desde el inicio del proyecto. ¿Qué opinión te merece? ¿Cómo juzgas la creciente digitalización de recursos disponibles online?

Por supuesto, creo que Cosnautas es imprescindible para todo traductor que trabaje en el ámbito de la medicina y de las ciencias en general, pero también lo recomiendo a los traductores que se desempeñan en otros ámbitos, como las ciencias sociales, las humanidades e incluso la literatura. El Libro rojo en particular es una obra lexicográfica de primer orden, rabiosamente original, cuyo mero planteamiento supone una apertura de miras para todo profesional de la lengua.

Respecto a la digitalización de los recursos en internet, creo que es su evolución natural y puede ser muy positiva para todos: por un lado, a los usuarios nos facilita mucho el trabajo y agiliza las consultas; por otro, revolucionará la lexicografía y abrirá posibilidades que apenas atisbamos en estos momentos y que sin duda marcará un antes y un después en esta disciplina.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

*Mayoral, R. (2012): «Guía para la traducción jurada de documentos de registro civil (nacimiento y defunción) del inglés al español». Panace@ 13 (36): 202-228. 

[Enlace: http://www.tremedica.org/panacea/IndiceGeneral/n36-tradyterm_RMayoralAsensio.pdf]

Etiquetas:
;