Entran por primera vez en esta versión del Libro rojo multitud de neologismos, tecnicismos y expresiones procedentes de casi cualquier disciplina biosanitaria u otros campos del saber, como absolute risk reduction, anti-liver microsomal antibody, bath salts, blood salvage, BRCAness, celesbian, Clinical Decision Unit, cooing, dose painting, ELISpot, fauxmosexual, ferning, film library, flow void, gliflozins, heated tobacco product, Hubei, medical attendant, Patau, patient affordability, pH, pulmonary hypertension, rhonchi, role-playing, salutogenesis, second-hand trauma, sequelae, sigmatism, singlicate, spaciness, surgical clothing, tetter, trapezium, triple-negative breast cancer, value-based healthcare, vanilla sex y water ice.
Otras entradas estaban ya en el diccionario, pero aparecen ahora retocadas o ampliadas. Estas modificaciones son en ocasiones menudas: nuevos ejemplos; algunas palabras que entran o salen, una nueva frase ejemplificadora quizá; corrección de tal o cual pequeña errata que me señalan los cosnautas. Otras, en cambio, son modificaciones de enjundia, que mejoran o amplían de modo considerable la entrada correspondiente con respecto a las versiones anteriores: es el caso, en esta versión 3.18, de entradas como bonding, breakthrough infection, breast milk, crash, digitize, e-cig, nocturia, parenteral, pass on, smokeless tobacco, spike, twilight y Wuhan.
Como ya es costumbre en el modelo interactivo y colaborativo que seguimos en Cos, algunas de las entradas incorporadas, retocadas o ampliadas en la nueva versión del diccionario obedecen a propuestas que me han hecho llegar directamente los propios cosnautas. Es el caso, por ejemplo, de entradas como pouchoscopy, skills lab y twincretin, que he incluido en el Libro rojo por petición expresa de María Sormani, Mary Fons i Fleming y Carla Vorsatz, respectivamente. Gracias a ellas, y a otros como ellas, el Libro rojo tiene cada vez menos lagunas flagrantes y se aproxima despacito —pasito a pasito, suave suavecito— a su objetivo de convertirse en «el» instrumento imprescindible para la traductora médica profesional.
Da una idea de la magnitud que alcanza esta colaboración cosnáutica la lista de colaboradores espontáneos que me han enviado sugerencias para el Libro rojo a través de los formularios en línea «Ayúdenos a mejorar» durante los seis meses (marzo 2021 – agosto 2021) en que ha estado activa la extinta versión 3.17 del Libro rojo; por orden alfabético de apellidos, y salvo error u omisión: Gonzalo Astorga, Namaa Audi Alamiry, Lida Barbetti Vros, Wyman Borts, Guido Castañeda Macchiavello, Edurne Chopeitia, M. Gonzalo Claros, Jorge Colomo Grech, Rossella Cordone, María C. Covella, Lorena Cruces, Raquel Cuesta Cuchillo, Josefina Flores, Agustina Foglia, Mary Fons i Fleming [skills lab], Betty Galiano, Sara Galindo Álvarez, Mercedes García Briones, Walter Giacomelli, William Giller, Jesús M. Giménez, Emma Goldsmith, Paz Gómez Polledo, Marina González González, Ana Guinea Martín, Antonio Hernández Rolón, María J. Hernández Weigand, José A. Huarancca Sánchez, José María Izquierdo Tapia, Mar Jiménez Quesada, María Luján Rubio, Valentina Luridiana, Javier Mallo Martínez, Eva Martínez Fornos, Aníbal J. Morillo Zárate, Pablo Mugüerza, Laura Munoa, Guillermo Murillo Godínez, Alfonso Nevado Caballero, Anthony Palomo, Emilia Picazo Guadarrama, Laura Pittinari-Miyazono, Héctor Quiñones Tapia, Laura Ramos, Antonio M. Regueiro, Cristina Río López, Gloria M. Rivera, Maribel Rodríguez, Mar Rodríguez Vázquez, Rodrigo Rosales Sosa, Diana Rudametkin, M.ª Verónica Saladrigas, Antonio Sanguino Yturriaga, Lorenzo Serrahima Formosa, María Sormani [pouchoscopy], ,Karol Tapia de Moya, Jesse Thompson, Marcela Torres Suárez, Carla Vorsatz [twincretin], Javier Wasserzug y José Ignacio Zomeño Gutiérrez. A todos ellos, ¡muchísimas gracias por la colaboración espontánea!
Para terminar, ¿se han preguntado ustedes alguna vez cuáles son las palabras inglesas que más dudas plantean a los traductores médicos profesionales y a los médicos de habla hispana que se enfrentan a textos especializados en inglés? Antiguamente, cuando los diccionarios eran de papel, resultaba muy difícil poder determinarlo con precisión. Con los diccionarios en línea de hoy, en cambio, las cifras exactas están al alcance de un clic. Un simple vistazo a los entresijos cibernéticos del Libro rojo, por ejemplo, me indica que las veinticinco entradas más consultadas durante los seis meses en que hemos tenido activa la versión 3.17 fueron: 1) target, 2) report, 3) condition, 4) support, 5) outcome, 6) screening, 7) severe, 8) management, 9) evidence, 10) test, 11) impairment, 12) -ness, 13) develop, 14) standard, 15) consistent, 16) care, 17) rate, 18) dosage, 19) disease, 20) baseline, 21) stroke, 22) therapy, 23) monitor, 24) early y 25) L4 [-ly]. Quien domine al dedillo estos veinticinco términos peliagudos tiene ya mucho avanzado —me parece— para poder desenvolverse con soltura como traductor médico profesional.
A título de curiosidad, las cinco formas complejas más buscadas en el Libro rojo fueron medical history, medical record, healthcare providers, standard of care y clinical trial; las cinco siglas o abreviaturas más buscadas fueron COVID‑19, SARS-CoV-2, CT, MRI y MD; los cinco formantes más buscados fueron ‑ness, ‑ing, ‑genicity, non- y -based; y los cinco cuadros más consultados fueron L4 [‑ly], S7 [side effect], P16 [product information], S12 [stem cell] e I4 [ischemic heart disease].
Fernando A. Navarro
Silió (Cantabria, España)
Silió (Cantabria, España)