Trabalengua es un
proyecto de la Fundación San Millán de la
Cogolla, ideado y dirigido por Isabel
Espuelas, traductora y organizadora de eventos de largo recorrido, amiga de
la lengua, maestra de la palabra, en colaboración con Álex Herrero.
Como ya sabéis a estas alturas, en Cosnautas nos encanta
colaborar con iniciativas que tengan a la palabra como centro de gravedad, y es
un honor colaborar como patrocinadores en Trabalengua, donde ofreceremos, concurso
mediante, 2 suscripciones a Cosnautas
durante un año para dos personas y una beca por
el importe del congreso para el ganador. Y es aún un honor mayor poder
conversar con Isabel sobre palabras y lenguaje, y por supuesto también sobre
este evento maravilloso que se celebra entre Logroño y el Monasterio de Yuso
los próximos 21 y 22 de octubre.
Nos encanta vuestro eslogan, eso de que Trabalengua es “el congreso de la lengua que te quiere como
quieres que te quiera”. Cuéntanos un poco cómo surgió esta iniciativa.
Isabel Espuelas: No es la primera vez que colaboro con la Fundación San
Millán. Desde que conocí a Almudena, su coordinadora, conectamos a la perfección
y todas mis propuestas han salido adelante. Para mí sería imposible organizar
un congreso de esta envergadura sin el apoyo de la Fundación. La idea de
Trabalengua nació hace más de un año y pasó de ser solo un nombre a hacerse
realidad hace unos meses cuando terminé de colocar todas las piezas del puzle.
Como amante y profesional de la lengua —además de riojana— no concebía que en
un lugar tan representativo como San Millán no tuviéramos unas jornadas sobre
la lengua, amenas y abiertas a todo tipo de público.
El nombre de las
ponencias, mesas redondas y demás actos de Trabalengua es muy juguetón y
divertido, huyendo de ese lenguaje tan académico al que estamos, quizá,
demasiado acostumbrados en eventos sobre lenguaje o traducción. Incluso el
nombre, Trabalengua, es una invitación al juego, al enredo. ¿Es el juego el
camino? ¿Crees que debemos jugar más y ser menos serios quizá para tomarnos más
en serio?
IE: En primer lugar, he de confesar que el nombre no salió de mi
cabeza, sino de la de mi marido, que es un alma creativa en potencia. La denominación
completa estas jornadas: «Trabalengua, trabajamos con la lengua» tiene un doble sentido
divertido que expresa a la perfección el espíritu de este congreso. Todos
sabemos que se aprende mucho más y mejor, que se fijan los conceptos de una
manera más sencilla cuando aprender nos resulta entretenido. El humor en un
vehículo perfecto para el aprendizaje; eso sí, sin perder nunca el rigor.
Dentro del congreso,
se hablará de corrección, traducción, copywriting,
escritura informativa o periodística… E incluso habrá un espacio para Cosnautas
y la traducción médica. ¿Hacen falta más iniciativas integradoras? ¿Crees que
hay demasiados nichos profesionales?
IE: Somos muchos y muy variados, pero hay que salir de la cueva
e integrarse más. Todos podemos y debemos aprender de todos. Todos los
profesionales, desde científicos a escritores, desde catedráticos a recién
licenciados, utilizamos el mismo vehículo para transmitir nuestras ideas y
conocimientos: la lengua.
La lista de
participantes es increíble. Hay de todo, desde traductores/comunicadores como
Xosé Castro a especialistas en lengua de la vid como Miguel Ibáñez,
periodistas, tuiteros, asesores lingüísticos, miembros de la RAE… ¿Ha sido
difícil reunir a un elenco tan diverso y completo?
IE: Realmente no, Álex y yo tenemos un círculo de amigos y
conocidos muy amplio y todos han aceptado nuestra invitación al instante. Y por
supuesto también hemos contado con las sugerencias de la Fundación, que también
está muy bien relacionada. A todos los encantó la idea y se han mostrado muy
ilusionados con el proyecto. De hecho, los que no han podido venir se han
excusado por cuestiones de agenda y los hemos emplazado ya para la segunda
edición.
¿Qué le dirías a
quienes no se han decidido todavía a inscribirse en Trabalengua? Hablando en
plata: ¿Por qué apuntarse a Trabalengua?
IE: Porque va a ser el acontecimiento del año y se van a
arrepentir mucho cuando empiecen a ver las miles de fotos que vamos a compartir
y los comentarios en las redes sociales. Estamos organizando un congreso
divertido y dinámico en el que podrán aprender mucho y conocer gente muy
interesante, ya sea ponente o asistente. Todos estaremos juntos durante las dos
jornadas. Además, tendremos actividades paralelas, como una cena el sábado
—probablemente en una bodega— y una comida de fin de congreso en San Millán.
Le hemos puesto tanto trabajo e ilusión que NADIE se lo
puede perder. Además, es la época del año más bonita para visitar La Rioja, el
colorido de las viñas en otoño es una imagen que no olvidaréis nunca.
Si tuvieses que
quedarte con una sola de las actividades previstas para Trabalengua, ¿cuál
sería y por qué?
IE: El «sofá del castellano», sin duda alguna. Es nuestro acto
estrella y del que realmente nació Trabalengua.
El encuentro incluye
una visita a “la cuna del español”, nada menos que al Monasterio de Yuso en San
Millán de la Cogolla. ¿Qué sorpresas les esperan allí a los asistentes?
IE: La jornada de San Millán va a ser muy especial y la hemos
preparado con mucho mimo. Además de la visita a los monasterios, la emoción que
van a sentir nuestros asistentes al conocer un lugar tan mágico para un amante
de la lengua y del colorido de los montes en otoño, el «sofá del castellano» se va a
celebrar el domingo en el patio del monasterio—siempre que
el tiempo nos lo permita—; habrá dos sofás y el público podrá y deberá
participar (ya nos encargaremos de animaros). ¿Quién ha tenido la oportunidad
de plantear una pregunta, charlar o debatir con dos periodistas, un traductor,
un profesor y un académico de la lengua? Esta es una oportunidad única.
Un congreso en La
Rioja sin duda debe tener presencia vinícola, así que te lanzamos la pregunta
que todo el mundo debe estar haciéndose. ¿Habrá cata?
IE: Es posible: sorpresa.