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The Cosnautas Blog

Cinco normas ortotipográficas que quizás no conocías

Cinco normas ortotipográficas que quizás no conocías

en Cinco términos /

Reconócelo: te irrita, tanto como a mí, que te corrijan una coma, un guion o un espacio fino. 
Pese al esmero con el que redactas tus textos, algunas veces, el cansancio, las preocupaciones u otro tipo de distracciones hacen que cometas errores de este tipo. Otras veces, sin embargo, la razón por la que los cometes es simplemente que las convenciones ortotipográficas son densas y enrevesadas, así que, en cierta medida, es frecuente, incluso entre profesionales del lenguaje, tener dudas sobre algunas de las reglas o, simplemente, no conocerlas todas.


Asimismo, es probable que alguno de tus clientes te haya proporcionado alguna vez un manual de estilo propio en el que se definen las normas o preferencias ortotipográficas para un encargo de traducción o redacción médica determinado. Es incluso probable que alguna de las normas del manual de estilo de tu cliente contraviniese una recomendación de la Ortografía de la lengua española, por ejemplo la utilización de los distintos tipos de comillas (angulares [« »], inglesas [“ ”] o simples [‘ ’]), o la expresión numérica en cifras (p. ej., 10 000, 10.000, etc.).


Lo cierto es que, entre la abundancia y la complejidad de las convenciones ortotipográficas, las discrepancias entre manuales de estilo de clientes y autoridades lingüísticas y la abrumadora presencia de errores ortotipográficos en los medios de comunicación, no siempre resulta sencillo tener la certeza de lo que se ajusta a las normas.

No sé a ti, pero a mí me chiflan las normas que gobiernan el uso de las lenguas, aunque entiendo que haya personas a las que las reglas ortotipográficas les resulten innecesariamente puntillosas e, incluso, soporíferas. Te interesen o no, es incuestionable que, especialmente en la redacción y traducción de textos biosanitarios, estos preceptos cumplen una función esencial: garantizar la precisión y la cohesión textual, que, como ya sabemos, en nuestra profesión, salvan vidas.

A continuación, enumero y ejemplifico brevemente cinco normas ortotipográficas que quizás no conocías:

1. Acentuación gráfica de expresiones complejas unidas por guion

Tal como indica la Ortografía de la lengua española, el guion se utiliza en español, entre otras cosas, para unir entre sí varias palabras, dando lugar a expresiones complejas de diversa naturaleza. Todas las palabras que integran este tipo de expresiones mantienen la acentuación gráfica que les corresponde como voces autónomas (p. ej., ácido-básico, químico-farmacéutica, médico-quirúrgica, etc.)

2. Cursiva metalingüística

Quizás te hayas preguntado por qué los ejemplos del punto anterior (ácido-básico, químico-farmacéutica y médico-quirúrgica) van en cursiva. Pues resulta que las palabras que no se usan por su significado, sino en referencia directa a ellas como elementos de la lengua (lo que se conoce como uso metalingüístico), se escriben en cursiva, como se recoge en esta guía de la Fundacióndel Español Urgente (Fundéu) sobre la utilización de la cursiva y la redonda (p. ej., «el término biopsia significa ‘procedimiento diagnóstico consistente en la obtención de un trozo de tejido de un ser vivo para su examen macroscópico y microscópico’»). Habrás observado también que el significado de biopsia va entre comillas simples.

3. Blanco de separación entre la cifra y el símbolo

El Diccionario panhispánico de dudas (DPD) aclara que los símbolos deben escribirse pospuestos a la cifra a la que acompañan y dejando un blanco de separación (p. ej., 10 % o 5 mL), con excepción de los símbolos y números volados, que se escriben pegados a la cifra que acompañan (p. ej. 12° o 35′) y de los signos de marca registrada, que se escriben unidos a la marca a la que se aplican (p. ej., Microsoft®).
La utilización del corchete angular (< >) también conlleva una peculiaridad, ya que, si se utiliza para comparar dos cifras, va con espacios antes y después de cada cifra (p. ej., 2 > 1), mientras que, si sirve para indicar que algo tiene un valor mínimo o máximo, va sin espacio (p. ej., «se cuantificó un valor de creatininemia >1,3 mg/dL»).

4. Siglas en cursiva

En esta entrada del DPD se explica que las siglas cuya forma desarrollada va en cursiva se deben mantener en cursiva, como las que corresponden a títulos de obras o de publicaciones periódicas (p. ej., «en el artículo publicado en la Revista Española de Enfermedades Digestivas» o «en el artículo publicado en la REED»).

5. Dos puntos ante una enumeración

La Ortografía de la lengua española considera incorrecta la utilización de los dos puntos ante una enumeración que no va precedida de un elemento anticipador. De este modo, sería incorrecto escribir «los centros de investigación que ya han conseguido el objetivo de reclutamiento son: Vall d'Hebron, Puerta de Hierro y Gustave Roussy». Lo adecuado sería «los centros de investigación que ya han conseguido el objetivo de reclutamiento son los siguientes: Vall d'Hebron, Puerta de Hierro y Gustave Roussy».

Como seguramente ya sabías, las convenciones ortotipográficas pueden ser farragosas. De hecho, el autor de este artículo no es más que un novel aficionado a la ortotipografía, así que es posible que el texto también contenga errores. ¿Te atreves a señalarlos?

¿Conoces otras excepciones a estas reglas u otras convenciones que te gustan, parecen curiosas, exasperan o te apetece comentar por cualquier motivo?


Jorge Esteban Casas

Editor de Cosnautas

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