Los traductores que conocen el contenido de nuestros diccionarios suelen saber cómo encontrar la información que buscan. El camino más habitual es acudir al buscador de una obra determinada y teclear en la casilla el término problemático. Ahora bien, algunos de nuestros usuarios son nuevos, ya porque están estudiando la carrera, ya porque son noveles en la especialidad y no tienen una idea muy clara del tipo de contenido que pueden encontrar en nuestras obras. ¿Para ellos, qué caminos existen? Hay uno obvio y tradicional: visitar la ficha de catálogo de algún diccionario, por ejemplo esta, o esta. Sin embargo, hay otra vía, menos obvia, más ilustrativa y novedosa: el botón de “¡Sorpréndeme!” que hemos incluido en la mayoría de nuestros recursos, más recientemente en el DPS y que puede encontrarse a la izquierda de la casilla de búsqueda.

¿Cómo funciona? Este botón lanza una búsqueda aleatoria en una selección previa de lemas del diccionario y muestra la entrada correspondiente exactamente igual que si se hubiera tecleado el término en la casilla, para producir un regalo del azar:

Por seguir con el ejemplo del DPS, con su sorprendedor pueden aparecer aleatoriamente entradas como dacron, blade, tourniquet y punch. Tras un breve recorrido por términos como estos, tendremos una idea bastante clara del contenido del diccionario y la estructura de sus entradas, y gracias a ello, sabremos qué esperar de una búsqueda en el buscador convencional.

Para el funcionamiento del botón, algunos autores han seleccionado con esmero entradas destacadas, especialmente interesantes y singularmente representativas del contenido, con la idea de ofrecer siempre resultados sugerentes, que den testimonio del valor de la obra. Otros autores han preferido incluir miles de artículos dispares, no todos destacados, populares o representativos. ¿Para qué? Ante todo, para asegurar que, siempre que se le dé al botón, se muestren términos distintos y que la novedad perpetua esté garantizada.

Algunos cosnautas no hacen clic en el botón para darse una idea del contenido de un recurso, sino meramente por curiosidad, por el placer de obtener novedades, de ir a la caza de estímulos, curiosidades y datos que podrían, o no, serles útiles. Los sorprendedores han sido diseñados pensando también en ellos.

Antes de despedirme, quisiera recordar que este no es el único espacio de aleatoriedad en Cosnautas. Los visitantes atentos seguramente han reparado en otros dos, muy conspicuos, que le dan vida a la plataforma, que la hacen un tanto camaleónica y antojadiza. ¿Cuáles son estos espacios?

José Antonio de la Riva Fort

Director de Cosnautas